El 22 de julio tendrá lugar el tradicional descenso del Tajo en canoa, una cita imprescindible de todos los veranos entre cuyos organizadores nos encontramos.
Es un recorrido en canoa del Tajo a su paso por Trillo para disfrutar con la familia y amigos haciendo deporte y contemplando el maravilloso paisaje de la zona; se trata de un descenso libre, no competitivo. Habrá dos horarios para realizarlo y, debido a alto número de participantes que suelen animarse lo mejor es que reserves tu plaza.
La duración es de unas 3 h y el nivel es fácil, pueden realizarlo personas de todas las edades (niños a partir de 5 años).
Los participantes recibirán una medalla finisher y una camiseta conmemorativa. Después del descenso habrá una comida popular, durante el día habrá charanga y al acabar los conciertos de Rock in Trillo.
Recorridos:
Desde la presa de Morillejo hasta la plaza de toros de Trillo 9Km.
22 de Julio a las 11:00 en la Presa de Azañón
22 de Julio a las 17:00 en la Presa de Azañón
Punto de encuentro: Club de Piragüismo de Trillo.
De 9:00 a 10:30 entrega de dorsales y bolsa de corredor en el Club de Piragüismo de Trillo, los que realizan el descenso por la tarde podrán recogerlo de 11:00 a 14:00.
A las 10:30 y a las 16:30 quedaremos todos en el Club de Trillo para subir al punto de inicio.
Los gancheros, origen del descenso del Tajo
El descenso conmemora la bajada de “los gancheros” con la maderada desde el Alto Tajo hasta Aranjuez. Los gancheros transportaban la madera extraída en zonas del curso alto del Tajo subidos sobre los troncos de los pinos talados, dirigiéndolos a través de río, hasta llegar a Aranjuez, entre la primavera y el final del verano. El oficio desapareció en los años 60 debido al desarrollo del transporte por carretera.
La maderada podía estar constituida por miles de troncos con dimensiones de más de doce metros de longitud por pieza, llegaba a ocupar más de 30 kilómetros del río. La duración de la bajada solía durar entre tres y seis meses.
Imágenes: Cultura Castilla La Mancha
José Luis Sampedro escribió un maravilloso libro “El río que nos lleva” recreando la vida de estos hombres y mujeres que Antonio del Real llevó al cine en 1989 con una película del mismo título protagonizada por Alfredo Landa.
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